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Los errores más comunes que cometen las familias con perros reactivos (y cómo evitarlos)

  • Foto del escritor: lafinquilladogsitt
    lafinquilladogsitt
  • hace 6 días
  • 3 Min. de lectura

Tener un perro reactivo puede ser agotador: tirones, ladridos, tensión en los paseos, miedo a cruzarte con otros perros o personas…

Pero lo que muchas familias no saben es que, sin querer, refuerzan la reactividad con pequeños errores del día a día.


En este blog te contamos cuáles son los errores más habituales y cómo evitarlos para ayudar realmente a tu perro a mejorar su comportamiento.


Timbre de casa

1. Intentar evitar todos los estímulos


Muchas familias, por miedo a que el perro reaccione, empiezan a evitar:

• otros perros

• paseos concurridos

• zonas donde hay estímulos

• encuentros sociales


Esto parece la solución…

pero en realidad empeora la reactividad porque:

• aumenta el miedo

• mantiene al perro sin práctica real

• limita su capacidad de mejorar

• refuerza la evitación


Los perros necesitan exposición,

pero bien hecha, con estructura y una manada equilibrada.



2. Acercarlo demasiado rápido al estímulo que le da miedo


Este es uno de los errores más graves:


❌ Ver a un perro

❌ Forzar el acercamiento

❌ “Venga, no pasa nada”

❌ Ponerlo a olerse cara a cara


Esto hace que el perro:

• se bloquee

• ladre

• pierda control emocional

• pierda confianza en ti

• refuerce la reactividad


La exposición debe ser progresiva, no brusca.



3. Intentar calmarlo acariciándolo en pleno estallido


Si el perro está:

• ladrando

• tirando

• tenso

• en modo “alerta roja”


y tú lo acaricias o lo abrazas…


sin querer estás diciendo:


👉 “Bien, sigue así”.


No es culpa de las familias.

Es instinto humano.

Pero para un perro, la caricia es refuerzo.



4. Regañarle por gruñir


Este error es muy común:


❌ “No gruñas”

❌ “Calla”

❌ “Estate quieto”


Pero el gruñido es COMUNICACIÓN.

Es su forma de decir:


👉 “No estoy cómodo”

👉 “Necesito espacio”


Si se castiga el gruñido:

• el perro deja de avisar

• pasa directamente a reacciones más intensas

• aumenta el riesgo de conflicto


Los gruñidos se entienden, no se castigan.



5. Llevarlo a pipicanes llenos de perros inestables


Los pipicanes son un caos:

• perros sin socialización

• energía altísima

• perros mal presentados

• dueños distraídos

• espacio reducido

• dinámicas conflictivas


Un perro reactivo allí:


❌ siente presión

❌ no tiene escapatoria

❌ se sobreestimula

❌ se desregula

❌ empeora cada día


Lo ideal es trabajar con grupos equilibrados, NO aleatorios.



6. Pensar que “jugar con perros” es socializar


Muchos perros reactivos:

• no saben jugar

• no saben regularse

• no saben leer señales

• no saben parar


Y sus familias creen que “cuanto más juegue, mejor”.


Pero un perro reactivo necesita:


🟩 estructura

🟩 límites claros

🟩 aprender autocontrol

🟩 convivir con perros estables

🟩 oportunidades reales de calma


No juego caótico.



7. Entrenar solo con comida, sin trabajar emociones


Los premios ayudan…

pero NO resuelven la reactividad por sí solos.


Si solo se usa comida:

• el perro aprende ejercicios

• pero no aprende regulación emocional

• ni lectura social

• ni seguridad

• ni calma


La reactividad se trabaja desde:


🟩 convivencia

🟩 autocontrol

🟩 gestión emocional

🟩 manada equilibrada

🟩 estructura clara


No solo desde “trucos”.



8. No entender la importancia de la energía humana


Si tú vas:

• tensa

• nerviosa

• anticipando el problema

• con miedo a que reaccione


tu perro lo capta.


Y piensa:


👉 “Si tú estás nerviosa, yo tengo que protegernos”.


El perro reactivo necesita ver que su guía está:


🟩 tranquila

🟩 firme

🟩 segura

🟩 coherente


Por eso en La Finquilla también entrenamos a las familias.



9. Intentar solucionarlo sin ayuda profesional


Muchos problemas se agravan porque las familias:

• prueban mil cosas

• ven vídeos sin contexto

• mezclan métodos

• improvisan

• o se desaniman


La reactividad es un tema profundo.

Requiere:


✔ lectura del lenguaje corporal

✔ manejo del entorno

✔ presentaciones correctas

✔ distancias bien hechas

✔ perros equilibrados

✔ técnica

✔ experiencia


No se puede improvisar.



10. No tener una manada estable para trabajar


Esta es la clave del éxito en La Finquilla:


Los perros aprenden de otros perros.


Una manada equilibrada enseña:

• calma

• límites

• respeto

• comunicación

• cómo convivir

• cómo gestionar emociones


No existe nada más natural ni más efectivo.


Este es nuestro método y funciona siempre porque:


👉 NO forzamos

👉 NO enfrentamos

👉 NO castigamos

👉 NO sobreexponemos

👉 Sí enseñamos convivencia real



Conclusión


Los perros reactivos no son perros “malos”.

Son perros que no saben hacerlo mejor.


Con estructura, una manada equilibrada, profesionalidad y calma, los cambios pueden ser espectaculares… y duraderos.


En La Finquilla lo vemos todos los días.



¿Tu perro muestra reactividad o inseguridad?


Podemos ayudarte con un plan real basado en convivencia, calma y manada equilibrada.



 
 
 

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